viernes, 23 de diciembre de 2011

Sueños

Sin apenas darte cuenta el sueño te invade, lo hace como la pleamar, de manera sutil pero tajante. No intentes resistirte. No podrás. Es un sueño profundo, de esos como cuando somos recién nacidos y los problemas están por aparecer, es un sueño sin límites; ni el timbre del portal de casa o el sonido del teléfono, ni el ruido de los diferentes vehículos que pasan por la calle, nada de todo eso llega a tus oídos. No sientes dolor ni soledad. El mundo del sueño es cuanto existe y es por eso que soñando vemos todo mucho más claro. La almohada no da respuestas, pero ayuda a comprender mejor las preguntas.

¿Que si soñamos? Por supuesto que sí, hemos aprendido a soñar y lo soñaremos todo…




1 comentario:

  1. ...y a quien no le gusta soñar? y sentir esa agradable sensación de flotar en algun sitio lejano a la realidad, como en un escenario para ensayar posibilidades de nuevas expresiones.
    Cuantas veces me he sentido libre soñando...y espero seguir haciendolo.

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