Inspirado letrista y compositor, exquisito poeta, cantante
hondo, guitarrista más que competente, Antonio Vega sólo se parecía a sí mismo,
era puramente original. Prácticamente todo lo hacía bien, fue solo que se
dejaba llevar... La muerte de Margarita, su mujer y mejor amiga, le arrancó de esta dimensión
aunque él siguió luchando con sus gigantes: Sus tristezas y alegrías, anhelos, aspiraciones,
su dolor y su ambición y, pese a todo, su afán por seguir adelante y esa
ardiente vitalidad de los últimos dos años intensos de su vida.
50 meses después de su muerte continúa vivo, con esa inmortalidad de los verdaderamente grandes. ¿No te entran ganas de escuchar alguna de sus canciones? Pues no te cortes...
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