Hacía calor y se detuvo en un banco del parque a descansar. No pudo evitar oír la conversación entre una pareja de ancianos en el banco de al lado… O si pudo, no lo quiso evitar. Él le decía a ella:
- Todo lo que sé, es que tu amor es lo único que he querido y quiero. Y que cuanto tengo es cuanto ya te di, mi corazón, mi cuerpo y mis pensamientos. Todo lo que hay entre tú y yo no es nada más que tiempo que voy perdiendo cuando tú no estás. Que el tiempo no es instante, no es momento, sin ti el tiempo es ir muriendo…
Y cogiéndose de las manos se sintieron eternos entres sus temblorosos y arrugados dedos mientras con la mirada cubrían de amor todos sus miedos.
Nunca se sabe en qué lugar te pueden enamorar.
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
miércoles, 20 de julio de 2011
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