Tal vez alguna vez te de por ir a pescar, en ese caso, deberías tener en cuenta esto que te digo y que no te repetiré:
Tienes que enjuagarte las manos en mar antes de poner el cebo en el anzuelo ya que el pez nota el olor y pasa de ir a pegar un bocado que viene de tierra. En el mar no es como en el colegio, no hay profesores que valgan. Está el mar y estás tú. Y el mar no enseña nada, el mar hace y lo hace a su manera. O lo aceptas o te largas.
Tal vez ahora logres comprender por qué los peces no cierran los ojos bajo el agua, tú tampoco podrías si vieses lo que ellos ven.
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
viernes, 1 de febrero de 2013
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