Algunos entramos en la vida literaria como un meteoro, y salimos de ella como un rayo y es que la disciplina de la palabra escrita castiga tanto la estupidez como la falta de creatividad.
En definitiva, la profesión de escritor hace que los “top manta” parezcan negocios estables, no obstante nos empeñamos en seguir juntando letras, de manera impulsiva, sin esperar el ser leídos aunque aspirando a serlo, conscientes, en gran mayoría, que luego hay egos que comen a parte, que no podremos cambiar el mundo (Oye, ni tampoco estoy por la labor, francamente) pero que difícilmente la cosa irá mejor sin nuestros textos… Claro que eso no está aun demostrado.
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
viernes, 22 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La Vida
La vida, ese viaje que a veces parece que no va a ninguna parte, así que optas que por lo menos que sea lo más llevadero posible. No nos eng...
-
No somos nada, aun. Pero al mismo tiempo, desde nuestra humilde condición de humanos, tratamos de transformar agua, viento y olores en palab...
-
Cuando despegas sobre una ola, oscilando sobre un trozo de tabla, eres al mismo tiempo pez y ave. En cada momento de dicha y de temor, se no...
-
¿Y si “colorín-colorado” este cuento no se ha acabado?. ¿Y si en vez de comer perdices se liaron a hostias? Y si todos los cuentos clásicos ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Traspasa tú también el muro y dime...