viernes, 7 de septiembre de 2018

Ladridos

Amo a los animales. Siento especial debilidad por perros, caballos, osos y lobos. También hay algunas personas, selecta y muy especiales, a las que amo. Luego hay gente a la que no, esa que siempre protesta, perjudica, lastra, critica, miente, roba… esa gente que intenta ladrar pero no se le da bien. Mi perrilla ladra en varias tonalidades y nunca es para hacer daño a otro ser vivo, una vez más la lección de vida es clara: Procurar aprender honestidad y nobleza de otros seres vivos más inteligentes que nosotros. Qué patética toda esa gente que se cree en posesión de la verdad a costa de sus propias estupideces. 
Debemos neutralizar el prejuicio romántico contra la exactitud y, sobre todo, contra la cantidad, porque entumece el cerebro y obstaculiza la exploración y el control de la realidad. Y de paso a ver si poquito a poco vamos atando cabos que vinculan ciertos ladridos con ciertos perros. Más que nada para ir aclarando el campo de batalla, porque tonterías las justas pero peleas todas las necesarias mientras sea para defender lo que consideremos justo y desprotegido. Al final del día, cansados y felices para con nosotros mismos, se nos escapará algún suspiro y moveremos felices el rabo. Guuaaau!! 

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