Soy un búho, uno de esos tipos que duermen muy poco, no sé, creo que siempre tengo cosas por hacer. Con poco más de 18 años le cogí miedo a cerrar los ojos y quedarme dormido para siempre, pero eso es otra historia. Y es curioso ya que, cuando era pequeño, me quedaba dormido en la mitad de los partidos de fútbol, no sólo en los que veía por la tele en blanco y negro sentado junto a mi padre en su butaca, sino sobre todo si quien jugaba era yo de portero, con 5 años ya jugaba de portero (al ser búho volaba, claro) y es que esperar acontecimientos nunca ha sido mi fuerte. No sé estarme sin hacer nada, esperando vete a saber qué…
Últimamente me caen mal las banderas. Creo que no existe bandera que valga una vida, la patria es una sopa, un aroma, un recuerdo, un monte, un verso. No hay patria que se refleje en un charco de sangre. Me jode ese afán por poner paredes y acotar espacios en vez de abrir caminos y apuntar al mar. El mar abierto me da energía, y me pone en la dimensión de mi escala real. Soy poca cosa, claro, pero inexpugnable a mar abierto. Creo que la tranquilidad me mantiene despierto. Son los problemas los que me roban el sueño. Una vez le pagué un café a Kiko Veneno en el aeropuerto de Sevilla, me devolvió una sonrisa, me ofreció su mano y me regaló esos dos minutos con Kiko Veneno que cualquier escritor o compositor de rock que se precie valoraría ¿Y qué me dijo? Me dijo gracias. Y yo le dije: no, señor Veneno, gracias a usted. Seguro que todavía se está riendo por lo de “Usted” y por lo de “Sr. Veneno”.
Dentro de cada uno de nosotros hay un loco adorable pugnando por salir, al mío le dejo la puerta abierta, hoy él ha escrito este post. Una persona de mi plena confianza me lo revisará, si está colgado es que ha pasado el filtro de “tonterías que pueden pasar”. Yo siempre me fío de su criterio. Soy un búho afortunado.
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
viernes, 25 de mayo de 2018
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