jueves, 19 de octubre de 2017

Surfing Deads

El surf es de esos deportes en los que nadie quiere ser visto como un novato. Sin saber apenas hacer un take off, ya dominamos toda la jerga al uso. ¿Qué decir de las tablas? Nadie quiere levantar sospechas en el pico, en la orilla o directamente en el parking, portando una tabla que por longitud, formas y volumen provoque que le identifiquen con un ‘espumilla’. En esta carrera frenética en busca del control y del dominio, el surfista corre el peligro de perderse cosas muy importantes por el camino.

Ahora que las series de Zombis están tan de moda, tal vez deberíamos acuñar el término de ‘surfing dead’ para referirnos a quienes habitan los line up y que se caracterizan por sus nulas capacidades de interacción con los demás o manifestación de emociones positivas dentro del agua. Lo que sea que evidencie un mínimo de vida emocional interior sana y en lugar de regresar al pico con una sonrisa de oreja a oreja, vuelven con una cara de mala leche que no le permite, siquiera, saborear dos décimas de segundo la ola que acaba de coger.

Los que más tienen que enseñarnos son los que menos saben de técnica. En esta vida, de todo el mundo podemos aprender algo y los surfistas novatos no son una excepción. En sus caras de alegría, en su entusiasmo por pillar olas que nosotros ya no valoramos, podemos descubrirnos a nosotros mismos hace años. Surfistas inocentes, sanos y puros, libres de engreimientos y recelos de los que, si no tenemos cuidado, nos acaba dotando la experiencia.

Los recién llegados también tienen que aprender algo. Cuidar su entusiasmo y motivación, disfrutando de cada fase en su vida como surfistas, viviendo el momento sin prisas por llegar a ningún lado; pues de lo contrario corren el serio peligro de convertirse en unos “surfing deads”: Alguien que domina mucho la técnica pero carece por completo de ilusión

Trabajar para mantener la ilusión intacta, como la del primer día, todos los días de nuestra vida. Trabajar para recuperarla si la hemos perdido. Yo estoy en ello...

viernes, 13 de octubre de 2017

Piel Roja

Cierro los ojos y siento como recorre todo mi cuerpo un deseo que me invade y me alimenta: Poder ser un piel roja. Inmediatamente dispuesto y, sobre el caballo al galope, escorado en el viento, sintiendo una y otra vez el breve latir sobre el trepidante suelo, hasta perder las espuelas, porque NO habría espuelas, hasta arrojar de sí las riendas, porque NO habría riendas, apenas la tierra por delante, un territorio vasto y salvaje apareciendo tras la cabeza del caballo…
Las paredes, las fronteras y todo tipo de barreras alimentan cada día ese deseo: Yiiiiihaaaaa!!

viernes, 6 de octubre de 2017

Una Buena Historia

Nos vemos abocados a escribir de nuevo nuestra propia historia, a buscar diferentes argumentos que nos arrojen a la lucidez del agotamiento. La amarga sabiduría de los que acallan el ruido que producen los demás con el martillo y el yunque de la propia vida. Eso hacemos a diario: Forjarnos a golpes. Se ve en nuestra piel rota. En las manos cuarteadas y en los brazos que los tatuajes de la lucha diaria nos empequeñecen por la sangre corrida en nuestras venas. Se ve en las cejas relajadas de quien ya no frunce el alma... Una buena historia es como subirte a un barco, una vez que entras en ella no hay manera de poder salir.
Hagamos historia: Seamos Viernes!!! 

Pasado

Todos tenemos un pasado, pero ese tiempo secreto, que se diluye con el curso de los años, estrechándose, no siempre explica lo que somos en ...