viernes, 31 de agosto de 2018

Madurar

Imagina una ciudad de cristal donde no hay espacio para la intimidad. Un lugar donde, hagas lo que hagas, todo el mundo puede seguir cada uno de tus movimientos. Sería terrible, sería como colgar en las redes sociales tu vida momento a momento… Nací vergonzoso y tímido pero tuve que improvisar. Mis padres me apuntaron a arte dramático para que me fuese soltando y de paso aprendiese a vocalizar  mejor. Pienso mucho y deprisa y hablo a juego con esas ideas. Todo requiere de su “tempo”. Después la vida me educó, contra mi naturaleza, como pareja, como señor, como padre… Lo hizo a veces despacio y otras deprisa, de manera dulce y brusca en muchas otras, pero siempre con firmeza. Creo que no hay nada que marque más a un ser humano que tener hijos. Aprendes a quedar relegado a un segundo plano pero no por ello menos importante, solo como entre bambalinas, siendo un parte importante de la trama pero no el protagonista principal de la historia. 
Un hombre tendría que poder viajar de un lugar a otro de sus etapas sin perder su alma. Supongo que la madurez viene por aquí, no hay drama ni tragedia, se trata de una historia contada desde la neutralidad, desde la esperanza de no dejar marchar nunca al niño que tenemos dentro para, con su ayuda, regular al adulto que se llena de cargas, encontrando así algo parecido a un equilibrio y manteniendo algunas paredes y puertas para preservar la intimidad. Lo de madurar de manera tajante se lo dejaremos a la fruta, para algo cada estación del año tiene la suya y a campo abierto. 

viernes, 24 de agosto de 2018

Camaleonicos

Aprendemos a ser camaleónicos, así nos podemos sentir igual de cómodos tapeando en Las Ramblas, de vinos en la Cava Baja; zampándonos una tortilla de patatas frente a Las Cíes o de etiqueta, pero con botas que para eso aún somos “rockeros”, en un Estrella Michelín. Que parezca que al final son los sitios los que se adaptan a nosotros. O sea: si tú estás allí es que el sitio mola y punto. Nuestra misión es realizar el deseo que encarnamos, lograr ser mucho más que una ilusión agotada.
Aprendemos a no hacer regalos por fechas. Nada de regalar por regalar sino regalar por sorpresa, porque sí, porque ha pensado en ti escuchando esa canción de Robbie Wilimas, o porque he visto esa marca de cerveza que tanto nos gusta o… Eso, hacer de la improvisación y de la adaptación un entorno camaleónicamente agradable.
Pienso que en este mundo de certezas relativas, de verdades a medio cocinar, de mentiras al uso, de amistades por interés y de amistades que son tu segunda o incluso primera piel, lo mejor es saber disfrutar de cada momento, mezclarse bien en todos los entornos sin anclarse a nada ni a nadie que no te aporte, te sume, te valore y te respete. Por eso cuando alguien te cite a hacer algo, tal vez deberías sopesar el plantarle en el WhatsApp un rotundo: Hoy no nos veremos. Quizás mañana. Quizás siempre…Y es que la vida, lo que hacemos con ella y durante ella, es así: Igual te calza una hostia que te enamora. Porque las hostias llegan, pero el amor existe. No estaba nada seguro de ésto antes, pero os garantizo que sí, existe. Y yo lo sé muy bien.

viernes, 17 de agosto de 2018

Almas Solitarias

Nueva York es el hábitat perfecto donde vivir para las almas solitarias, así es como te sientes allí la mayor parte del tiempo. Esa experiencia no la tiene el turista, aunque en algún momento esté capacitado para imaginarlo. Todo se confabula para que la relación con los otros sea corta y fugaz: Hay demasiada movilidad en la población, los negocios aguantan poco en el mismo sitio, los dependientes o los camareros duran poco tras los mostradores, la gente se concentra en su ir y venir, camina rápido, bufa al que va lento y, encima, la soledad no está mal vista. Lo irónico es que al otro lado del océano te imaginen sociabilizando sin parar en ambientes culturales. Seguramente que artistas como Truman Capote contribuyeron con su versión alocada sobre el asunto y en eso es con lo que nos hemos quedado. Da igual que sepamos que al final fue víctima de la soledad que queda tras una fiesta… 

viernes, 10 de agosto de 2018

Vulnerables

Hace muchos años llegó a Tossa una chica prometida en matrimonio; dicen que cayó en el engaño de un falso enamorado para ser luego burdamente despreciada; y dicen también que sus lágrimas trajeron hasta ella a su verdadero amor, que vengó la afrenta matando al traidor antes de despedirse de su amada que murió con el corazón destrozado sin saber de su vengador...
Parece que esté de moda ser cínico, almacenar sentimientos y bunquerizarlos, pero todo puede funcionar si le pones corazón. Aunque en el otro extremo de la balanza haya miedo, las cosas siempre pueden acabar por salir bien. No sé si el amor es la respuesta, la pregunta o la clave, pero estoy seguro de que es bueno hacer saber que amamos y que somos vulnerables porque siempre tenemos algo que perder cuando tenemos la vida por ganar. Dichosas leyendas...

viernes, 3 de agosto de 2018

Límites

Somos bichos de costumbres y a veces olvidamos que lo sorprendente puede ajustarse al cariño por lo ya conocido sin que se establezca conflicto alguno. El secreto está en  consiguirlo con una naturalidad que desarme todo prejuicio.  Abrir la mente a lo nuevo sin dejar de conocer nuestro pasado.
A poco que uno indague en cualquier tipo de arte o de materia te das cuenta de que hay grandes dosis de tecnología punta asociadas servicio de la sorpresa y la memoria. Se llama imaginación.
La misma que había en Verne, o en Méliès, o en el mismísimo primer viaje real a la Luna. Aquel que puso el pie de un hombre donde ya había llegado antes la imaginación de otros muchos. Cuestión de no ponerse límites.

Pasado

Todos tenemos un pasado, pero ese tiempo secreto, que se diluye con el curso de los años, estrechándose, no siempre explica lo que somos en ...