¿Y si el fin del mundo era esto? Esta estúpida muerte lenta de todo lo que realmente importa: La libertad, la dignidad, la confianza, la ilusión, la alegría,
los afectos, las opciones, el poder trabajar. El fin, de la vida que conocíamos tal y como la conocíamos. Lo que antes era colchón ahora es una pared de piedra, en la cualquier posibilidad es sólo un golpe.
La deshumanización como la epidemia más letal: Esa batalla contra un enemigo sin rostro es una guerra perdida. Mientras, el poder decreta su ley del silencio,
su esclavitud sin tapujos. Nadie a quien dirigirse. Comunicación cero. Fundido en negro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Traspasa tú también el muro y dime...