viernes, 7 de abril de 2017

Ser Mar

Soy de esos que piensan que la inmensidad del mar nos da una idea de nuestra verdadera dimensión. Un tipo frente al océano, o sentado al borde de un acantilado con los pies colgando es alguien muy pequeñito, es como encender una cerilla en medio de una playa a media noche, no ilumina apenas nada, pero te permite ver cuánta oscuridad hay a tu alrededor. También te ayuda a darle una importancia más real a las cosas, aunque eso solo lo ves si te observas de afuera hacia adentro, cuesta más desde el otro lado. Demasiado involucrado ¿no?.
 Supongo que  podemos considerar que eres una persona madura cuando eres consciente de que en realidad el pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado, sigue estando. Pero en realidad ¿Quién coño quiere catalogarse de persona madura? No somos fruta, pero podemos ser mar.

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