El
roce... ¿Hace el cariño o
irrita? Vaya usted a saber… déjate el bañador húmedo mucho tiempo puesto y
cuéntame que tal de cariñosas están las cosas por ahí: Irritadas. Ya te
lo digo yo ahora. Dicen que algo roza cuando pasa tocando levemente
la superficie de otra. A caso rozamos las vidas de los demás desde el
momento en
que aparecemos en sus mundos, así, levemente: Chassss! Ya está, rozada o
rozado, no sé, tal vez eso sea pura y burda
presunción. Pero mola.
Rozamos nuestro día a día
con lo bueno y con lo malo que nos pasa, con quienes nos caen bien y con
quienes no nos caen y de eso a ser fuentes de cariño va un mundo. Puedes
demostrar cariño y ternura a alguien sin tocarlo jamás, ni levemente, claro,
eso sería el roce virtual, tan tangible como muchos de los amigos de las redes
sociales pero… ¿No existe un carió virtual? Exista o no, sería bueno que fuese
real porque andamos tan liados con nuestras cosas que no nos queda casi tiempo
para rozarnos excepto por la red. Y eso si es irritable, nos hayamos o no
rozado alguna vez.
A salir a la calle y a
dejarse ver, a vivir, a pegarse chutes de sol y de gente, a charlar, a sonreír
sin motivo aparente, por el gusto de estar en el mundo. A gastar cariño que es
de esas cosas que cuanto más se gastan más se tiene. Invertir en uno mismo, eso
es lo que hay. Lo que quedará. Con cariño, un amigo (que te roza)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Traspasa tú también el muro y dime...