lunes, 15 de octubre de 2012

The Full Monty

Año 1997… sale al mercado una película irrepetible. En ella todos sus elementos parecen hallarse en estado de gracia. Es, queriéndolo o no, una muestra emblemática de comedia comprometida, que logra lo más difícil en una comedia de la índole que sea: Que el espectador se carcajee con situaciones que, en el fondo, no tienen maldita la gracia. El secreto tal vez sea que en ella, todos los personajes desbordan credibilidad, los gags se suceden sin pausa pero con independencia entre ellos. Especialmente brillante la secuencia del baile en la oficina de paro.


Esa película desprende acidez y mala uva al tiempo que elabora un canto a la dignidad de lo más emotivo. Tan cercana y tan auténtica, que 15 años después sigue vigente en un montón de casas, de empresas y… en muchas salas de cine. Tal vez ha llegado la hora de esconder la timidez y el orgullo y empezar a mostrar otra suerte de encantos… Se apagan las luces, se abren las cortinas y: “I believe in miracles… where you from, You sexy thing…”

1 comentario:

  1. entro al teu blog i no puc més que admirar la teva constància, sens dubte una qualitat que pocs tenim quan es tracte de paraules, tant subjectes la nostre propi impetu i amb vida pròpia més enllà de la nostra raó. Passava per dir-te això, i per agraïr-te que continuis aquí quan les meves paraules es dignen a aparèixer. No és que deixes d'escriure, només que havia perdut el gust per treure a passejar les lletres. Gràcies!! ;)

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