Desde
eso de "en el bote pequeño está la buena confitura" hasta el poder de
seducción concentrados en 1,61 metros de altura, existe una fuerza de
voluntad tan grande, un poder de la mirada que nace en unos ojos claros
que son ahora dos lagos, ahora dos luces, ahora dos estallidos, que
sorprende pensar que alguien pueda dejar de conocerla.
Dicen que las cosas
buenas solo pasan una vez, y que suelen pasar rápido, ella pasa a ritmo
de AVE y si te encuentras con ella, te cala hasta convertirse en una parte agradable de tu pequeño-gran mundo. Tiene potencial para ser una
gran modelo, una estupenda actriz, una brillante deportista y una
excelente conversadora. Mantiene el criterio de ser y soñar aquello que
quiere ser y soñar y sonríe, siempre. Se llama Mery Ramos, y por buena que sea en
múltiples facetas profesionales de la vida, hay una que es la que le hace ser tan
necesaria para la gente de su alrededor, su tremenda humanidad.
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