viernes, 9 de agosto de 2019

Hábitos

Como deber y como placer tenemos que fomentar el hábito de la lectura. Y hacerlo a través del ejemplo y de la recomendación. No como castigo sino como premio. Para nuestros hijos es importante que así sea también. Leer les dará una mirada más abierta sobre las personas y sobre el mundo y les ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa precisa rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que aliente  su compromiso, su imaginación y su personalidad. Ah! Se lo pasarán "teta" y... Quién sabe, por qué no salir de ellos una fuente inagotable de ideas, literatura y compromiso. Leer y escribir es abrazar desde la distancia y los abrazos son buenos.

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