Cuesta captar la cantidad de cosas que influyen en las relaciones humanas, para intentarlo hay que entender a las personas. Y eso es como subir una montaña: Hay dos caminos: uno es largo y fácil, el otro es más corto y difícil. El camino corto es ponerse en el lugar de la otra persona. Esto es difícil, pero entrenando se llega. El otro, el largo, está al alcance de todos y consiste en seguir la anatomía: Tenemos dos oídos y una boca, así que, si queremos entender al otro, tenemos que escuchar el doble de lo que hablamos. Y con un oído hemos de escuchar lo que nos dicen y con el otro lo que no nos dicen, que es tanto o más importante. Lo que sucede es que no parece estar muy de moda escuchar, tampoco nadie nos ha enseñado a hacerlo. En las escuelas, Universidades, etc. hay cursos de cómo hablar en público, pero no de cómo escuchar. Hay conversaciones que consisten en que solo estamos esperando a que el otro acabe para soltar el rollo que ya teníamos preparado. Se establecen diálogos de besugos que hacen que la gente no se entienda y así se llenan los platós de las teles en los que se grita, se engaña, se insulta y se auto lamen heridas y sexos…. Para comprender las relaciones humanas hay que entender a las personas, aunque no compartas sus ideas. La base es el respeto.
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pasado
Todos tenemos un pasado, pero ese tiempo secreto, que se diluye con el curso de los años, estrechándose, no siempre explica lo que somos en ...
-
De joven formé un grupo de Punk. Bueno ,no lo formé yo sólo, éramos tres y nos fuimos dando forma, todo lo que se puede hacer con diecisiete...
-
Sólo entraré para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres. Pero ella, e...
-
Qué tipo San Agustín… y no es que yo sea mucho de santos pero oye cuando la clavan, la clavan. Decía algo así como que la soberbia no era gr...
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarPreferimos hablar a escuchar.
Escuchar con atención e intentar entender a quien escuchas es dejar tu ego al lado y empatizar con otro ser.
Demasiado trabajo en una sociedad cada vez más y más egoista.
De todos modos aun existimos "aliens" que sí, que hablamos mucho pero tambien escuchamos e intentamos entender a la otra parte de verdad..