Por el alma del
ser humano gravitan los dos estadios. Lo que nace y lo que muere. A ver… repaso
la frase, suena a discurso de clase universitaria, pero no lo elimino, es un
concepto, de hecho lo prolongo, esos dos estadios contemplan lo que llega y lo
que se va. Lo que alimenta y lo que envenena. La luz y la oscuridad... A veces
uno vende su alma y a veces la regalaría, a veces nadie la quiera y a veces te
la querrían robar.
Tal vez, digo tal
vez, sin darnos cuenta obviamos que lo que está delante de nosotros y lo que
está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
Y que en el fondo el alma que puede hablar con los ojos también sea capaz de
besar con la mirada. Y eso será bueno o malo, que lo decida la eternidad. Debe
ser algo extraño que “un solo equipo” disponga de dos estadios.
Las dicotomías que están en nosotros mismos, tal vez?
ResponderEliminar"Y que en el fondo el alma que puede hablar con los ojos también sea capaz de besar con la mirada." Para reflexionar tanto.
Increíble Sergi!
Un beso