viernes, 8 de marzo de 2019

Respuesta

¿Qué pasa cuando regresamos a nuestro barrio de la infancia? Allí donde el portal olía a comida casera y a vecindad añeja, a humedad y a zaguán recién fregado. Donde se mezclaba le vino con la gaseosa y la radio era la compañera Los hilos que mueven los afectos son tan finos que a menudo no somos capaces de verlos. Pero están ahí, y pueden romperse en cualquier momento. Un gesto, una palabra, una sospecha, un pensamiento, bastan para tensarlos. Hasta que se quiebran y resulta difícil recomponerlos, por la misma fragilidad de su naturaleza. Pero, por alguna extraña razón, hay sentimientos que perduran y cariños que no se rompen por mucho que el tiempo o la distancia intenten desgastarlos.

Muchos venimos de una generación que creció viendo Barrio Sésamo, Verano Azul y las películas Disney. La misma que al llegar a la madurez se enfrentó a un abismo similar al de Holden Caulfield, el protagonista de la omnipresente novela de Salinger “El guardián en el centeno”, preguntándonos sin cesar, y encajando la falta de respuestas, qué hay más allá, dónde diablos está el que supuestamente vela por nosotros, a dónde van los patos de Central Park en invierno, cuando se hiela el lago.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado, sobretodo el final. Lo que daría por haber nacido en vuestra época ainss... Disfruta del finde Sergi ;)

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    1. Muchas gracias por tu amable respuesta y colaboración 😊

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