miércoles, 22 de septiembre de 2010

Alzheimer

Ayer se celebró en Madrid el Día Mundial del Alzheimer, por un momento, muchas personas recordaron la sinrazón de esa enfermedad degenerativa que te va minando los recuerdos hasta dejarte sin identidad.

Mi padre murió a los 70 años de Alzheimer, lo mató un cáncer, pero llevaba meses muriendo por desconexión, olvidando la esencia de su historia, olvidando a los suyos, borrando sus recuerdos, sus hábitos y sus sueños.

Cuando alguien bromea ante el olvido de algo como “sufrir de Alzheimer”, obra con tan mal gusto como si alguien al escuchar la tos de un bebé tras su papilla comentase que el niño “va peor de su cáncer de pulmón”. De terrible mal gusto ¿Verdad?. Pues eso…

Cuando un enfermo de Alzheimer sale de paseo y se pierde, no es que no quiera volver a casa, es que ya no recuerda como hacerlo. Y eso tiene que ser terrible. Eso es perder la identidad y sin identidad no somos nadie, nada.

No se trata de un escrito de concienciación, no soy nadie para instar a ello, sólo es una forma de mandarte un saludo, un cachito de cariño, hoy que todavía me acuerdo, que todavía puedo, que aun conservo mi pasado y mi presente ya que en un futuro no tengo garantías de que me vaya a volver a acordar de mi. Nadie las tiene.

Hoy ha salido el sol. Disfrutémoslo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Traspasa tú también el muro y dime...

Pasado

Todos tenemos un pasado, pero ese tiempo secreto, que se diluye con el curso de los años, estrechándose, no siempre explica lo que somos en ...