Cuando decimos de alguien que “entra” en trance, no nos referimos a que esa persona se meta en un local nocturno de moda, aunque alguno de esos hay; lo que estamos haciendo es referirnos a alguien de quien su mecanismo psicológico ha optado por abandonarse a ciertas condiciones externas o internas y experimentar, de esa manera, un estado de conciencia diferente. Deja de ser sí misma para ser otra persona.
Algunas veces entramos en trance de manera voluntaria, porque no nos gusta nuestra realidad e inventamos universos paralelos que nos reconfortan, que nos hacen sentir más seguros pero siempre acaba por llegar algo o alguien que nos saca de ese falso refugio y nos deja de nuevo en nuestra realidad. Algunos afirman que el trance es el estado o tiempo de la vida, próximo a la muerte así que salir de él en retroceso y dejarlo por ahí tirado tampoco tiene porque ser malo. Nuestra realidad siempre puede superar a la ficción. ¿O no?
La comunicación que se establece entre lo que uno dice y lo que los demás entienden queda en ocasiones frenada por el impacto de la interpretación que cada uno hace de las palabras, de las ideas, de los textos... Si traspasamos la cuarta pared el diálogo será más fluído. Que todo fluya pues...
martes, 10 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pasado
Todos tenemos un pasado, pero ese tiempo secreto, que se diluye con el curso de los años, estrechándose, no siempre explica lo que somos en ...
-
De joven formé un grupo de Punk. Bueno ,no lo formé yo sólo, éramos tres y nos fuimos dando forma, todo lo que se puede hacer con diecisiete...
-
Sólo entraré para salir de nuevo y volveré a entrar sólo para salir, porque la oscuridad me da miedo como a todos los hombres. Pero ella, e...
-
Qué tipo San Agustín… y no es que yo sea mucho de santos pero oye cuando la clavan, la clavan. Decía algo así como que la soberbia no era gr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Traspasa tú también el muro y dime...